Prefiero los buenos ratos

1. ¿Qué prefieres, los buenos tratos o los malos?
Antes de comenzar con esta actividad, es conveniente hacer el ejercicio para lograr un ambiente distendido y para que alumnas y alumnos se habitúen a este tipo de actividades.
En esta dinámica, distinguirán los buenos tratos de los malos. ¿Cómo nos sentimos cuando nos tratan mal? ¿Y cuando nos tratan bien? ¿Qué es lo que preferimos?
Diseñaremos varias tarjetas donde se recogen órdenes relativas a malos y buenos tratos (véase la página siguiente). Se repartirán las tarjetas, y se tratará a cada alumno o a cada alumna en función de la tarjeta que le haya tocado.
Pondremos una música tranquila, y, mientras la escuchan, caminarán por la clase. Cuando pare la música, los alumnos y las alumnas también se detendrán. Cada participante leerá el contenido de su tarjeta a quien tenga al lado o en frente, y realizará lo que se le ordena en ella. Seguiremos con esta dinámica por un tiempo.
A continuación, se reunirán quienes tengan consignas parecidas, los buenos tratos por un lado y los malos por el otro, y crearán una especie de cadena, una persona frente a otra.
Cuando ambas cadenas estén frente a frente, cada persona leerá el contenido de su tarjeta y pondrá un ejemplo (cotidiano). Al final, cada grupo deberá definir en qué consisten los malos y los buenos tratos. Colocarán estas definiciones en la pared, tras haberlas anotado en cartulinas y en carteles de gran tamaño (véase la página siguiente).
A continuación, valorarán lo realizado:
- ¿Cómo os habéis sentido?
- ¿Con qué cadena os habéis sentido mejor?
- ¿Desde qué cadenas preferís tratar a los/as demás?
- ¿Desde qué cadenas preferís ser tratados/as?
- ¿Qué conclusiones sacáis de este juego?
- ¿Adoptaríais algún compromiso?
2. Entre sillas
Antes de comenzar con esta actividad, es conveniente hacer el ejercicio para lograr un ambiente distendido y para que alumnas y alumnos se habitúen a este tipo de actividades.
Pondremos las sillas de la clase una junto a otra, formando una fila. El docente les dirá que se pongan de pie sobre ellas, y, en esa posición, les explicará el objetivo del juego: deberán colocarse de mayor a menor, por orden de nacimiento, sin bajarse al suelo.
Tras terminar, deberán colocar las sillas en su sitio, y explicarán qué pasos o estrategias han seguido para lograr su objetivo.
Intentarán sacar algunas conclusiones:
- ¿Han logrado su objetivo?
- ¿Cómo?
- ¿Se han ayudado mutuamente?
- ¿Por qué motivo?
- ¿Para qué?
- ¿Cómo se han sentido tras lograrlo?
OBSERVACIÓN:
En caso de que las sillas no quepan en una fila, se dispondrán en forma de U o de L, alejando ambos extremos.
Existen otras formas para llevar a cabo el juego, como pedirles que se coloque en orden alfabético comenzando por el primer apellido.
[1] Altuna, J. M. y Arretxe Dorronsoro, I.: Inteligencia emocional. Educación primaria. 3. ciclo. (10-12 años). Donostia/San Sebastián: Diputación Foral de Gipuzkoa Departamento de Innovación y de la Sociedad del Conocimiento. 2008.
3. Buen trato entre nosotros
Antes de comenzar con esta actividad, es conveniente hacer el ejercicio para lograr un ambiente distendido y para que alumnas y alumnos se habitúen a este tipo de actividades.
Distribuiremos una ficha a cada alumno y a cada alumna (véase la página siguiente) y, a través de la estructura cooperativa 1-2-4, redactarán lo siguiente:
Deberán pensar, de manera individual, tres comportamientos que les hacen sentir bien y las escribirán en el apartado «YO».
Ante toda la clase
Se explicarán las actitudes de cortesía y se compartirán entre toda la clase. Una vez explicadas ante el conjunto de la clase, las anotarán en el apartado «NOSOTROS/NOSOTRAS».
En grupos pequeños
Formarán grupos de cuatro. Agruparán las actitudes similares que han anotado en el apartado «NOSOTROS/NOSOTRAS». Tal vez, no podrán agrupar determinados comportamientos.
A continuación, harán un DECÁLOGO, donde anotarán los comportamientos que contribuyen a unas relaciones fluidas, junto con sus correspondientes modelos de cortesía (palabras mágicas).
Ante toda la clase
Leerán los decálogos que han preparado, así como las fórmulas de cortesía. Realizarán una reflexión. ¿Cuál es la ventaja de emplear fórmulas de cortesía? ¿Son tan solo rituales? ¿Son necesarias? ¿Cómo se sienten las demás personas cuando les ofrecemos este tipo de trato? ¿Cómo se sienten cuando no les damos este trato?
OBSERVACIÓN
Propuesta de ejercicio diario para el alumnado: colgarán el decálogo en clase y emplearán las palabras mágicas de cortesía. Conviene que el profesorado que entra en clase también participe.
4. ¿Buenos tratos?
Antes de comenzar con esta actividad, es conveniente hacer el ejercicio para lograr un ambiente distendido y para que alumnas y alumnos se habitúen a este tipo de actividades.
En pequeños grupos, analizarán la siguiente tabla mediante la estructura cooperativa de lápices al centro (una línea cada miembro del equipo). Analizarán las situaciones que se recogen y deberán decidir si constituyen o no buenos tratos, y de qué tipo deberían ser para considerarse correctos.
Para finalizar, realizarán una reflexión entre toda la clase sobre todas estas situaciones:
- ¿Cuándo nos sentimos bien?
- ¿Cuándo nos sentimos mal?
- ¿Qué necesitamos para que un mal trato se convierta en bueno?
- ¿Cómo definiríamos el buen trato?
5. Insultos
Antes de comenzar con esta actividad, es conveniente hacer el ejercicio para lograr un ambiente distendido y para que alumnas y alumnos se habitúen a este tipo de actividades.
En la actualidad, es muy habitual recurrir a los insultos, pero estos también son una forma de maltrato. En este vídeo, podemos ver sus consecuencias de una manera muy clara.
Dirección para descargar el vídeo:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=29&v=ktnIXiEUQt4
Se hará una reflexión con el alumnado sobre la historia que cuenta el vídeo y sobre el lenguaje que utilizan. Seguramente dirán que los insultos que más habitualmente emplean son una broma. En cualquier caso, hay que insistir para que asuman el compromiso de no emplearlos.